miércoles, 29 de junio de 2011

El chamanismo en el Perú - Creencias, canto y música

De: Indira Ruiz López
“Se cree que puede curar, como todos los médicos y efectuar remedios. Pero es, además, sacerdote, y puede ser también místico y poeta”.
El chamán asciende en la realización de diversos ritos y ceremonias. Tiene la convicción de que en esa elevación de su espíritu, en conjunción con la elevación de los sonidos, encontrará el espíritu poderoso que se trasmutará con su música y con su bebida, sea chicha o cualquier otro estimulante. Sabe que ese espíritu lo guiaráen la búsqueda y obtención del logro que persigue o en el encuentro con el espíritu del bien o ante el enfrentamiento con el espíritu del mal.
El vuelo mágico y la elevación de los sonidos del canto o de los instrumentos musicales representan la trascendencia que sobrepasa las limitaciones del hombre; por este convencimiento, el vuelo mágico, la música y el éxtasis chamánico son absolutamente indispensables en todo acercamiento a la concepción cosmogónica del cuerpo en las culturas aborígenes.

Los chamanes explican que: “tanto los espíritus auxiliares como los adversos, así como los dioses y semidioses, gustan de escuchar el canto y los sonidos de los instrumentos musicales. También aman las bebidas embriagantes e inclusive, estando ebrios, se enamoran de los seres humanos”. Esta coyuntura es favorable para la práctica chamánica que desee establecer los mejores contactos con los espíritus.
Existen muchísimos instrumentos como flautas y silbatos, así como ocarinas elaboradas de cañas, huesos, cráneos de jaguares, venados, monos, etc., y también instrumentos que se ejecutan por frotación, como los elaborados con caparazones de tortuga, que también usaban los mayas; también se usan trompetas de cuerno de ganado para adquirir su fuerza y flautas y ocarinas de barro, etc. Todos ellos son instrumentos auxiliares dentro de la práctica chamánica, terapéutica, ritual o festiva.

Los chamanes suponen, ante todo, la certeza de que los humanos no están solos en un mudo extraño, cercados por los demonios y las "fuerzas del mal". Aparte de los dioses y los seres sobrenaturales a los que se dirigen las plegarias y se ofrecen sacrificios, existen unos "especialistas de lo sagrado", unos hombres capaces de ver a los espíritus, de subir al Cielo y entrevistarse con los dioses, de descender a los Infiernos y luchar contra los demonios, la enfermedad y la muerte. Pero la tarea más importante del chamán es curar.
La música, el mito, el rito, el canto chamánico y tantas otras manifestaciones culturales de los grupos indígenas constituyen un principio inagotable para el entendimiento del hombre a niveles más generales.

En la actualidad aún no se han eliminado de manera radical estas creencias en el país. Ese mundo simbólico jamás podrá agotarse mientras pervivan por lo menos los elementos de las culturas indígenas, si esos elementos residuales están bien cimentados, permitirán siempre la reconstrucción de mundos maravillosos para la creatividad humana.

Difícil nos resulta imaginar todo lo que este campeón pueda significar para una sociedad arcaica. Nosotros, los que tenemos distintas creencias, aunque impongamos nuestra pretendida cualidad o conocimiento científico, no podremos opacar las diversas y ricas cosmogonías indígenas que aún viven en nuestro país, las que aún piden y merecen respeto. Nosotros sabemos que no existen verdades eternas y que debemos comprender o por lo menos aprender a respetar nuestras culturas indígenas, en alguna medida seguimos siendo todos humanos.


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